Las distintas formas de dividir o clasificar la inteligencia artificial no son excluyentes entre ellas. Hay un acuerdo general en que más de una clasificación es válida en el contexto de esta tecnología. Cada manera de clasificar la inteligencia artificial mira distintas partes de cómo funciona, así que es clave entender qué aspectos están viendo para poder separarla en tipos diferentes. Esto nos ayuda a establecer límites y agrupar la inteligencia artificial en distintos tipos más específicos.
Hoy en día, cuando se habla de inteligencia artificial, los expertos suelen mencionar tres tipos según lo que puedan hacer: la inteligencia artificial específica, la inteligencia artificial general y la llamada «súper» inteligencia artificial. Esta forma de clasificar fue propuesta por John Searle, un filósofo de Estados Unidos, allá por 1980, en un artículo que publicó en la revista Behavioral and Brain Sciences llamado «Minds, Brains, and Programs».
Para ser capaz de diferenciar los distintos tipos de IA, Searle propuso un experimento
mental denominado la habitación china.
El experimento de la habitación china, propuesto por John Searle, plantea un escenario donde una persona sin conocimientos de chino puede seguir instrucciones precisas para procesar y responder mensajes en ese idioma, sin entender realmente el significado de lo que lee o escribe. John Searle argumenta que esta simulación de comprensión no implica verdadera comprensión ni consciencia, señalando que la inteligencia no se limita a imitar capacidades humanas, sino que implica consciencia y entendimiento real de las tareas. Aunque considerado antiguo en comparación con los avances actuales en ciencia cognitiva y tecnología de IA, el experimento aún influye en la clasificación de la IA, siendo la división más utilizada para categorizar sus tipos.
Mediante esta herramienta de medida se obtienen los siguientes tipos de Inteligencia Artificial:
- ANI. Inteligencia Artificial Específica o Débil (Artificial Narrow Intelligence por sus siglas en inglés).
- AGI. Inteligencia Artificial General o Fuerte (Artificial General Intelligence por sus siglas en inglés).
- ASI. Súper Inteligencia Artificial (Artificial Super Intelligence por sus siglas en inglés).
Los sistemas de inteligencia artificial estrecha (ANI) se basan en las decisiones y parámetros definidos por sus creadores, así como en los datos con los que son entrenados. Aunque pueden optimizar procesos específicos, no tienen la capacidad de realizar otras tareas ni aprender nuevas habilidades por sí mismos. Su funcionalidad se limita al diseño inicial y a la información con la que fueron alimentados durante su entrenamiento.
La Inteligencia Artificial General (AGI) apunta a sistemas informáticos que serían virtualmente indistinguibles de la mente humana en cualquier prueba. Lograr este hito requeriría que las máquinas sean conscientes y posean un conjunto completo de habilidades cognitivas. Para alcanzarlo, los ordenadores tendrían que aprender de manera experiencial, y no solo limitarse a tareas específicas, sino aplicar ese conocimiento a una amplia variedad de problemas. Este nivel de IA buscaría emular no solo la capacidad de aprendizaje, sino también la flexibilidad y el entendimiento contextual que caracterizan la mente humana.
La Super Inteligencia Artificial (ASI) representa el pináculo de la clasificación de la IA, aunque actualmente sigue siendo un concepto puramente teórico. Fue descrita por el profesor Nick Bostrom de la Universidad de Oxford en su libro «Superintelligence: Paths, Dangers, Strategies» en 2014, expandiendo la clasificación original de John Searle. Este nivel de inteligencia va más allá de la imitación o comprensión de la inteligencia humana; plantea que las máquinas podrían desarrollar conciencia propia y superar ampliamente las habilidades mentales humanas.
La ASI teóricamente podría pensar en niveles de abstracción y realidades que escapan al entendimiento humano. Mientras que el cerebro humano está limitado por sus sentidos y neuronas, las máquinas no tendrían estas restricciones biológicas. Se especula que un sistema con ASI sería superior en cualquier actividad realizada por humanos, incluso en ámbitos sociales y emocionales. Su capacidad de memoria, procesamiento de datos y toma de decisiones superaría significativamente a la humana. Este tipo de inteligencia, si llegara a existir, representaría un salto notable en la capacidad de resolver problemas y tomar decisiones en comparación con la mente humana.
Hasta ahora, todas las IA desarrolladas pertenecen inequívocamente a la categoría de ANI, es decir, inteligencia artificial específica. Estas están diseñadas para aprender y lograr un objetivo específico de manera autónoma, a menudo igualando o superando la precisión humana en áreas específicas de inteligencia. Lo fundamental de estas IA es que se centran en tareas muy concretas y definidas, como dominar el idioma español, identificar especies de vegetales a partir de imágenes, detectar problemas médicos o hasta asistir a personas en la compra de boletos de tren o avión.
Esto ha sido todo por ahora, espero que sea de buen provecho este artículo, no vemos en otra entrega de «Inteligencia Artificial Para Todos».
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